RELATO FUTURISTA

Dentro de las actividades realizadas con los alumnos de 3er. grado y con la finalidad de aterrizar contenidos de la asignatura, los alumnos haciendo gala de su creatividad y tomando en cuenta algunos temas relevantes del 3er. Bloque redactaron un escrito al que llamamos "RELATO FUTURISTA".

Llevamos a cabo un concurso de manera interna y realizando en conjunto una actividad de lectura de comprensión con 2o. grado se hizo una eliminatoria.

A continuación presentamos el trabajo ganador, esperamos que sea de su agrado. 

GRACIAS A TODOS LOS ALUMNOS DE 3o. POR SU PARTICIPACIÓN Y FELICIDADES SAMANTHA POR TU GRAN TRABAJO !!!

En 30 años - Samantha Lucia Blanco Ochoa

El joven Mattia Johnson de 12 años se encontraba en contratiempo, las clases en su instituto daban inicio a las 8:00 de la mañana, misma hora en la que sus padres debían presentarse en el consejo gubernamental que manejaban. En realidad las puertas ya estaban cerradas, pero debido a la inconsciente influencia del tal chiquillo le fueron abiertas sin casi ningún cuestionamiento, excepto por el de los compañeros de su salón de clases, quienes siempre estaban al tanto de sus acciones. Cuando Mattia quiso tomarse un tiempo para descansar debido a su dificultad por dormir en las noches, uno de los robots inspectores le comento que su presión era algo baja y le dio una barra de energía recién hecha en una impresora de tercera dimensión. A Mattia se le quito el sueño después de eso y comenzó a escribir en su cuaderno la fecha “1 de Mayo del 2044”.

Toda la clase fue completamente normal, excepto por la ausencia de su maestra de matemáticas, la cual mando un holograma a la escuela para impartir las clases sin problema alguno, así es como la mayoría de las personas se comunican ahora. Para la salida de la escuela, los directivos aumentaron la temperatura para que esta permaneciera en los veinticuatro grados centígrados, pero eso no fue suficiente para evitar la lluvia que había fuera del radar del instituto, en donde los autos iban con mucho cuidado para que las llantas levitaran más y no fueran rozadas por el agua. Como siempre, la madre de Mattia preguntaba por su salud, sus amigos o las cosas que hizo durante el dia y como siempre, Mattia le contestaba que se encontraba bien, que jugó su consola con sus amigos y que fue un muy lindo dia. Finalmente llegaron a casa.

Mattia no tenía mucha tarea para el siguiente dia y sus padres no se iban a encontrar en casa durante casi tres horas, por lo que decidió programar las máquinas de servidumbre para lavar los trastes sucios de la comida y limpiar los cuartos de la casa, también cambio la temperatura de su casa con pedirlo en voz alta y ordeno a su impresora unos bocadillos para ver una película en su proyector. No había pasado tanto tiempo cuando de repente la voz artificial del sistema de su casa le aviso a Mattia de una carta recién llegada. Él jamás había escuchado decir que una carta había sido entregada a la puerta de su hogar, sinceramente jamás había leído una. Se acercó a la puerta para pedirle al sistema que le diera la carta y esté lo hizo sin problema, explicando que carecía de un destinatario pero que había sido entregada a la puerta de su hogar desde hace menos de un minuto.

Una vez que se sentó tranquilamente en el escritorio de su cuarto, rompió el sobre en el que venía la carta, la desdoblo y comenzó a leer su contenido, empezando por la fecha “1 de Mayo del 2014”. Mattia no podía creer que lo estaba leyendo fuera cierto, creía que su vista comenzaba a fallar y en cierta forma se preocupó por eso, ¡pero estaba leyendo bien, no se había equivocado! Era una hoja de papel recién doblada, pero por aun: estaba escrita a lápiz, eso ya no se hacía más que en una falta grave de recursos para no haber escrito en imprenta. A Mattia le sorprendió mucho. El contenido de esa carta era algo pequeño, solo decía la fecha y un texto: “Hola, me llamo Nkosi Johnson y tengo 12 años de edad. Padezco de VIH SIDA y me escribo esta carta a mí mismo en realidad, pero ahora que está aquí cualquier persona podrá leerla si es que la descubre mi madre. Solo espero que en cualquiera de los casos algo de mí no se haya ido de esta casa cuando yo me vaya. Con amor, yo (seas quien seas)”.

Mattia pensó en que se trataba de una broma obviamente, pero mantuvo un momento de silencio para pensar en que, si este pobre niño de su misma edad sufría de una enfermedad tan grave, ¿Por qué no podía curarse? Ya que hoy en día existen pastillas llamadas “Milagro” que curan cualquier síndromes, alergias, cáncer y, con el tiempo, amputaciones y lesiones. A no ser que no tuviera tantos recursos, de igual forma a Mattia le interesaba saber por qué la fecha de esta carta se remontaba a 30 años atrás, simplemente pensó que era una broma, así que siguiéndole el juego comenzó escribir en su computador

inteligente una carta dirigida al chico, anotando la fecha “1 de Mayo del 2044” y diciendo “Hola Nkosi, me llamo Mattia Johnson, tengo 12 años y yo vivo en la casa a donde mandaste tu carta. La recibió mi sistema y yo la abrí, pero cuando comencé a leerla me di cuenta de que la fecha está mal escrita, ya que te atrasaste unos 30 años, pero da igual si fue una broma o algo así. Por cierto, me gusto que escribieras a lápiz con letra de molde, en serio jamás había visto eso. En fin, quería comentarte que para la enfermedad que tienes puedes tomar el medicamento más eficaz que existe, ya sabes, la pastilla Milagro, a mí me quito una alergia cuando tenía 5 años de edad y apuesto a que a ti te quitara eso que tienes. Tranquilo, no morirás, además tendrás un amigo nuevo si así lo quieres ¿ok? ¡Buena suerte!”. Mattia envió la carta al sistema para que este lo mandara a Nkosi. Solo quedaba esperar una respuesta, así que espero a la noche y fue a dormir, pensando en el gran acontecimiento.

Al siguiente dia no había clases y por esto mismo sus padres tampoco asistieron a las reuniones de gobierno que tenían. La familia desayunó junta y de sobremesa hablaron del tema que están tocando en las juntas del consejo: las consecuencias del uso actual de la tecnología. Para esto el primer tema planteado fue el impacto ambiental, para lo que su padre comento “Se puede controlar la temperatura en ciertas partes de la tierra pero en realidad todo está contaminado y ya nada es fresco. Esto se genera por la construcción de las máquinas y tenemos que reaccionar ante esto y cambiar nuestras ideologías”. Para pensar en una solución, Mattia dijo que sería bueno hacer reaccionar a las personas para hacerles saber que tal vez las hemos sobrestimado, para lo que su madre agrego “Las personas ya no son tan cultas y se cree que las maquinas se pueden considerar con dioses, ya que pueden “verlo o saberlo todo” y pueden hacer básicamente cualquier actividad”. Mattia estaba muy impactado, en serio sabía que las maquinas hoy en dia eran una gran parte de la sociedad, pero jamás pensó que romperían con todos esos esquemas. “Si se usan hasta en la presidencia, tal vez deban existir los matrimonios entre humanos y robots”, dijo en voz alta.

En realidad Nkosi no contestó al siguiente dia. Pasaron 2 semanas antes de que Mattia recibiera una carta de él, pero esta vez hablo con más emoción. La carta decía “15 de Mayo del 2014 – ¡Hola Mattia!, ¡no sé cómo llego esta carta a tu casa!, disculpa si te interrumpí. Y escucha, en realidad si vez es calendario estaré completamente seguro de que este será del 2014, no puede ser otro año. Es muy raro esto, ¿no crees? Jajaja. Además, no existe tal medicamento “cura todo”, por lo menos no en el mercado abierto, o tal vez debes vivir en otro país más avanzado. Si existiera una pastilla así, ya no habría pacientes en los hospitales a donde voy y créeme que me hubiera enterado. ¡Sería un gusto ser tu amigo!, aunque pienso que eres un poco raro por lo de las fechas y eso. Por cierto, si no contesto en unos días es porque visito el hospital y a veces piden que me quede durante una semana o más, espero que no te moleste. Así que cuéntame más acerca de ti, tu cultura o del lugar en el que vives, me siento bien hablando contigo. Oye, ¿no creerás que somos de diferentes épocas hablando por aquí? Seria genial ¡Saludos, Mattia!”

Mattia le contesto “15 de Mayo del 2044 – ¡Con gusto Nkosi! Aunque igualmente pienso que eres un poco raro Jajaja. Bueno, Vivo con mis padres, quienes participan en reuniones del estado, aquí cada gobierno esta comandado por nueve personas de consejo y una maquina estratégica, mis padres son solo administradores de todas formas. Mi ciudad está más habitada de máquinas que de personas y aquí la contaminación no deja de avanzar. Son pocos los que aun enseñan la prehistoria y los que aun toman como una gran característica la cultura de cada país. Es extraño y no tan genial. Hey, me gusto tu idea sobre las diferentes épocas, ¿Te imaginas? Y es que en verdad estoy en el 2044 y tú en el 2014, por lo que veo. Yo nací en el 2032, ¿cómo era el mundo en esas épocas? A mi casi no me enseñan historia tan detalladamente, me encantaría saber más de todo eso. Espero que te la pases bien, en donde sea que estés. ¡Cuídate Nkosi!”

Mattia espero ansioso la siguiente carta de Nkosi, en serio no podía creer que estuviera hablando con alguien que nació hace unos 40 años atrás. No podía ser verdad, se preguntaba cómo sería posible que pasara. Pero ellos eran solo niños. Aunque si era una broma de igual forma se estaba divirtiendo.

Finalmente, después de una semana entera de espera, llego la carta de Nkosi: “24 de Mayo del 2014 – Mattia, en serio no puedo creer lo que me dices, ¿estás hablando de que en verdad somos de épocas distintas? ¿Qué nacimos en años diferentes aun si tenemos la misma edad? ¡Eso es lo más loco que alguien me hubiera podido decir jamás! En mi época hay muchos inventos tecnológicos y muchos medios de comunicación, pero nada como esas dichosas pastillas Milagro. Y aun si es mentira eso, en serio seria curioso pensar en la tierra 30 años después. Aquí las cosas más novedosas son las redes sociales y el internet. Hablando de eso pero circula mi situación, el hecho de que mi enfermedad no me ha impedido seguir adelante con mis estudios, eso es bueno, pero en realidad no quería hablar de eso y es porque mi salud ya está muy deteriorada, pero aun así creo que todos somos iguales y tenemos los mismos derechos para hacer lo que nosotros queramos, porque somos normales, podemos caminar y podemos hablar. Espero que estés bien para mi próxima carta te contare mis avances en el hospital; te quiere Nkosi.”

Pasaron días, y casi semanas, pero no llegaba la carta de Nkosi a las manos de Mattia, él solamente le dio unas palabras de apoyo ya que no contaba con tiempo suficiente para más. Así que antes de que acabara el mes, Mattia le escribió una carta: “31 de Mayo del 2044 - Nkosi, espero que te encuentre en buen estado, llevamos un largo tiempo sin hablar y créeme que si algo malo pasa puedes decírmelo. ¿Sigues estudiando? ¿Vas bien en el hospital? ¿A qué te refieres con que circula tu situación? Te deseo lo mejor, Mattia”.

Nkosi respondió en la madrugada del mismo día, pero Mattia no recibió su carta hasta el primer día del mes de Junio. Se sorprendió inmediatamente y la leyó: “1 de junio del 2014 – Mattia, me encuentro en el hospital y simplemente recordé que te había dejado en suspenso. No puedo escribir demasiado, pero quiero que sepas que seas o no del futuro y se vaya o no a acabar el mundo por esas máquinas de las que tanto hablas, yo en serio te aprecio. Me hiciste pasar un buen mes pensando en las cosas del futuro y en que estas pronto quedaran obsoletas. Tal vez solo quedemos como unos raros conocidos, pero te me hiciste buena persona. Hubiera querido nacer cuando existieran esas pastillas Milagro que mencionaste, aprecia esas cosas y no dejes que la tecnología sea más grande que cualquier otra cosa. Sin embargo soy algo famoso ahora por haber estudiado aun con mi enfermedad. Me despido Mattia, atentamente Nkosi.”

Mattia no sabía bien qué creer, si en serio había hablado con un niño que nació 40 años atrás o si simplemente fue una historia y madamas. Así que inmediatamente al entrar a casa, le pidió al sistema que se dedicara a buscar por fuente por fuente el nombre de Nkosi Johnson y se sintió estupefacto cuando leyó la información pertinente a él: “llamó la atención del mundo cuando fue aceptado en una escuela, pese a sufrir por causa del virus VIH, enfermedad con la que nació y por la que su madre murió. Tuvo que enfrentar muchas discriminaciones sociales por su enfermedad. Nkosi se consolidó como símbolo de la lucha contra el SIDA. Participó en muchas conferencias donde transmitió el mensaje sobre sexo seguro y sobre los tratamientos contra esta enfermedad. Este niño nació en 2002 y falleció a los 12 años de edad el 1 de Junio del 2014.”